¿Por qué vale la pena invertir en una cultura organizacional efectiva?

 

La respuesta es que la cultura impacta el desempeño de una organización y puede ser una ventaja competitiva. Es un activo de la organización. Utilizando lo dicho por el banquero Kevin Stiroh, en su artículo The Economics of Why Companies Don’t Fix Their Toxic Cultures “El capital cultural de una empresa es un tipo de activo que afecta lo que produce una empresa y cómo opera. El capital cultural es análogo al capital físico, como el equipo, los edificios y la propiedad, o al capital humano, como los conocimientos y habilidades acumulados de los trabajadores, o el capital reputacional, como el valor de franquicia o el reconocimiento de marca.”

 

Las organizaciones con un alto nivel de capital cultural logran que lo declarado en los valores de la empresa sea coherente con los procesos, estructuras y comportamientos de sus empleados. Lo que es imitado y reforzado en la organización de forma tácita o explícita refleja realmente aquello en que se cree (valores, normas y asunciones) y genera el efecto deseado en desempeño, resultados e impacto en el entorno.

Sin embargo, en la práctica el capital cultural no siempre se protege. Los líderes olvidan o malentienden la importancia de edificar su cultura organizacional de forma consciente. Para algunos, trabajar en cultura organizacional es un “lujo” que no pueden darse en este ni en ningún otro momento. La consecuencia es que en algunas ocasiones se da la presencia de culturas tóxicas que amenazan los resultados, la sostenibilidad y el éxito futuro de la organización.

Veamos algunas consecuencias:

 

Agresividad y acoso

Un estudio realizado por Russell Johnson demostró que el comportamiento grosero e irrespetuoso como el sarcasmo y la descalificación conduce a la fatiga mental. En consecuencia, los empleados tienen menos autocontrol, lo que aumentaba su tendencia a ser irrespetuosos con los demás. Estudios al respecto hay muchísimos (Accenture, Gallup, Harvard Business School, Porath & Pearson, entre otros) y pareciera que todos llegan a la misma conclusión: La falta de respeto en el lugar de trabajo no solo es mala para la moral, sino que perjudica los resultados de una empresa. A pesar de lo anterior, se estima que la falta de respeto en el lugar de trabajo se ha duplicado en las últimas dos décadas.

 

Mala conducta y corrupción

Colombia como muchos otros países sufre del “cáncer” de la corrupción. Una enfermedad que no solo aqueja a los gobiernos sino que se ve al interior de muchas organizaciones y al igual que esta cruel enfermedad no hace distinciones. La corrupción está presente en todos los sectores, industrias y tamaños de empresas. La cultura es una línea de defensa contra los corruptos o es un caldo de cultivo para los mismos. Depende del nivel de capital cultural de cada organización. Citando nuevamente a Stiroh: “La posibilidad de mala conducta de los empleados — el potencial de comportamientos o prácticas comerciales ilegales, poco éticas o contrarias a los valores, políticas y procedimientos establecidos por una empresa — es una forma de riesgo al igual que el riesgo de liquidez o el riesgo operativo. Las inversiones en capital cultural son una forma de reducir ese riesgo.”

 

La pregunta es ¿por qué seguimos tolerando este comportamiento a sabiendas de los efectos negativos en las personas y las organizaciones? La Cultura Organizacional no siempre está dentro de las prioridades de los directivos y en algunos casos sólo cobra relevancia cuando se ven expuestos y vulnerables ante la mala conducta de un empleado, proveedor, cliente o accionista. A mi juicio, la mayoría de las organizaciones desconocen la poderosa fuerza de la cultura. Andan a ciegas por un camino que podría llevarlos a la crisis o inclusive a su propia destrucción.

Píldoras para la memoria porque hay cosas que nunca debemos olvidar: Interbolsa, Saludcoop, Odebrecht, El Guavio, Fidupetrol, Foncolpuertos. Y esos millones de pequeños casos que no recibieron un titular en ningún medio de comunicación, pero que todos sabemos que los hay, que están cerca, y que minan la cultura de las organizaciones y destruyen poco a poco a nuestro país.

Para aquellos que han interiorizado que la cultura evoluciona y es sostenida en cada interacción, para aquellos que trabajan a diario en construir una cultura positiva que refleje los valores declarados, recuerden mantener presente la siguiente reflexión:

 

Lo que ignoras, lo toleras

Lo que toleras se vuelve normal

Lo que es normal se copia

Cada interacción moldea la cultura

¿QUÉ ES COPIADO EN TU ORGANIZACIÓN?

 

 

 

 

 

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